El saludo es una expresión de respeto y cordialidad.
El saludo nunca debe ser frío y orgulloso.
Cuando se estrecha la mano de una dama o la de un superior, debe hacer simultaneamente una inclinación en señal de respeto.
Antes de invitar a una persona a quedarse en tu casa, piensa si podrás dar las comodidades que disfruta en su hogar.
Trata de conocer las diferencias del invitado, en lo que respecta a la alimentación y costumbre.
Debes mostrarte siempre amable, atento al igual que toda la familia.
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